En un eje: uso de sierras móviles
Cuando la madera no va al aserradero, debe ser el aserradero el que va a la madera: Christian Sindlhauser lleva tres años recorriendo la Baja Baviera con su sierra móvil. Lo hemos acompañado en una de sus intervenciones.
Casi nadie consigue pasar por la entrada al terreno de Haundorf sin lanzar al menos una mirada curiosa. Muchos se paran y alguno llega a hacer fotos con el móvil, o mejor aún: un vídeo. Y es que, solo con el vídeo se puede ver cómo la hoja de sierra realiza un corte preciso en el tronco con firmeza cuando Christian Sindlhauser utiliza su sierra móvil.
Lleva trabajando tres años con ella, la mayoría de veces a no más de 50 km a la redonda de su domicilio en Rohrbach (en el distrito de Passau). "Nunca me he arrepentido, el trabajo me gusta" explica. "No obstante, hay que ser sinceros. Si mi mujer no trabajara, tendría que subir los precios. En lugar de 33, debería pedir por lo menos 40 € por metro cúbico. Por otra parte, habría que ver si el negocio seguiría funcionando, porque hay muchos aserraderos en nuestra zona".
Sindlhauser compite directamente con ellos, pero tiene una ventaja significativa: él va a sus clientes, y solo necesita una conexión eléctrica para cortar tablas y vigas in situ. Como hoy, con la familia Schon de Haundorf (distrito de Freyung Grafenau).
Roswitha y Helmut Schon quiere construir un balcón. Han obtenido de la madera en su propio terreno, pero en una zona accidentada; eso no es ningún problema para Sindlhauser y su sierra: gracias a los apoyos hidráulicos, puede adaptar su máquina al terreno. No obstante, la preparación tarda un poco más, y no empieza con el primer tronco hasta 20 minutos después de bajar la sierra de su pickup: Como de costumbre, Sindlhauser pone el tronco a la entrada de la sierra, mide la longitud y el diámetro medio e introduce los datos en el ordenador del pupitre de mando. A continuación, coloca el tronco sobre la base con ayuda de los alojamientos hidráulicos. Ahí es cuando la gente no experimentada pierde la perspectiva: Sindlhauser realiza gestos rápidos y seguros en su pupitre de mando, mueve y gira el tronco, lo fija, ajusta la sierra y, en pocos instantes, la hoja de la sierra está en el tronco y corta la primera tabla, la corteza. "Tardé casi un año en poder manejar la sierra bien", explica.
Christian Sindlhauser es carpintero de formación, pero no puede trabajar en su sector por motivos de salud. Descubrió las sierras móviles por casualidad en Internet. Tras una breve investigación, lo tuvo claro: "esto es para mí". Se lanzó y compró una sierra de Serra. "Es una lástima no haber descubierto antes las sierras móviles. Ser carpintero sigue siendo la profesión de mis sueños, pero esta es claramente la mejor alternativa", se entusiasma, mientras gira el tronco en la hoja de sierra 90 grados y lo recoloca, con la hoja lista para el siguiente corte.
Máxima precisión
Sindlhauser no solo aserra para particulares, su lista de clientes también incluye carpinterías y ayuntamientos. Los carpinteros suelen necesitar bloques, mientras que los particulares y los ayuntamientos casi siempre necesitan productos terminados. "Para mí, es especialmente importante el ordenador de grosor de corte. Quien aserra de forma autónoma necesita uno. Cuando trabajo para carpinterías, todo tiene que ser muy preciso, y eso es posible gracias al ordenador. Ahora mismo tengo configurada una tolerancia de 0,3 mm, pero también se puede ajustar a 0 mm".
Este año y el pasado, Sindlhauser ha cortado casi exclusivamente madera de pino. Las tormentas de agosto no han tenido impacto hasta ahora en el volumen de pedidos. "Primero hay que preparar la madera. Hay que esperar para poder trabajar la madera de cortar. Se han quebrado muchos árboles, la madera se astilla. De un tronco de 8 m, por ejemplo, por lo menos habría que cortar 3 m".
Este verano, Sindlhauser ha comprado una sierra nueva, el modelo superior, Serra Bavaria SL 130i, para poder cortar troncos aún más gruesos. Para él, era evidente que la siguiente sierra también sería de Serra. Está absolutamente satisfecho tanto con la tecnología como con el servicio:
en caso de problemas, la línea de atención al cliente es de mucha ayuda y las piezas de repuesto se entregan con rapidez.
Ha configurado la sierra nueva a medida de sus necesidades. Entre los elementos configurados, hay apoyos hidráulicos y distintas herramientas para poder colocar y fijar mejor el tronco a la mesa de corte. En total, ha pagado unos 100.000 € por la sierra con el equipamiento especial. Parece que la inversión ha merecido la pena, porque, al preguntarle qué cambiaría de la sierra si hubiera desarrollado él el producto en Serra, no se le ocurre nada. Después de un rato, sí encuentra un aspecto que criticar: "Estaría bien que tuviera integrado un canteador doble. Tengo un canteador separado, que
les dejo a los clientes si lo necesitan. Estaría bien que estuviera todo integrado. Pero es una nimiedad".
La sierra nueva permite a Sindlhauser cortar troncos de hasta 1,30 m de diámetro; los troncos que corta hoy no son tan gruesos, aunque la sierra impresiona. Y no solo a Roswitha y Helmut Schon, que recogen y apilan las tablas y las vigas de la máquina, también a los vecinos y los transeúntes. "Estoy encantado", comenta Helmut Schon, "es más rápido de lo que pensaba y las vigas están tan bien cortadas que apenas tengo que cepillarlas". Es difícil estimar el rendimiento por hora de la sierra, ya que
depende mucho de la madera que cortar. Como valor orientativo, se maneja una horquilla de entre uno y tres metros cúbicos por hora. "Si los troncos son grandes y solo tengo que cortar bloques, puedo hacer tres metros cúbicos en una hora", aclara Sindlhauser.
El trabajo con la familia Schon termina a las 11: en tres horas y media, Sindlhauser ha convertido 14 troncos en tablas y vigas, un total de seis metros cúbicos de madera. Sindlhauser limpia su máquina, sube los apoyos, lo pliega todo y asegura la sierra para el transporte. Luego, la sube a la pickup, se despide y se dirige la siguiente obra.